Un detenido falleció tras descompensarse en la Unidad Penal N.º 15 de Batán. La Justicia investiga si la causa fue una sobredosis, cómo ingresó la droga al penal y si hubo responsabilidades institucionales.
Un deceso bajo sospecha en una cárcel con antecedentes
La Unidad Penal N.º 15 de Batán, ubicada en las afueras de Mar del Plata, volvió a quedar bajo la lupa luego de que este viernes por la tarde falleciera un interno identificado como Alan Godoy. El detenido fue trasladado de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), pero llegó sin signos vitales.
Las primeras versiones recogidas por la fiscalía apuntan a una posible intoxicación con cocaína como causa probable del deceso. La fiscal a cargo de la investigación, Constanza Mandagarán, tomó testimonios en el penal hasta altas horas y ordenó una autopsia que se realizará entre el lunes y el martes próximo, la cual será clave para determinar la causa exacta de la muerte.
El relato de los testigos: droga tras el horario de visita
Según los primeros testimonios recabados, la situación se desencadenó alrededor del mediodía, poco después del horario de visitas. Compañeros de pabellón de Godoy señalaron que el detenido había consumido cocaína minutos antes de sentirse mal. Uno de ellos, su compañero de celda, fue quien dio la alerta al notar que su estado de salud se deterioraba rápidamente.
De inmediato, el personal penitenciario lo trasladó al sector de sanidad interna, donde recibió atención médica inicial. Sin embargo, ante la falta de mejoría, fue derivado en ambulancia al HIGA. Al arribar al hospital, los médicos constataron que Godoy ya no presentaba signos vitales.
Una autopsia clave para el avance de la causa
La fiscal Mandagarán aguarda el resultado de la autopsia para determinar con precisión si la causa del fallecimiento fue efectivamente una sobredosis y, en tal caso, confirmar el tipo y la cantidad de sustancia que provocó la muerte.
El informe forense no solo será determinante para comprobar la hipótesis de intoxicación, sino también para orientar la investigación hacia cómo ingresó la droga al establecimiento penitenciario. Se espera, además, el análisis toxicológico de sangre y orina, así como la revisión del contenido gástrico del interno.
El perfil del fallecido y el contexto penitenciario
Alan Godoy se encontraba cumpliendo una condena por tenencia y comercialización de estupefacientes, lo que añade una dimensión particular al caso. Las autoridades judiciales no descartan que haya mantenido vínculos activos con redes de distribución desde dentro del penal.
La Unidad Penal N.º 15 es una de las más importantes del sistema penitenciario bonaerense. A lo largo de los años, ha sido objeto de denuncias por hacinamiento, deficiencias en controles internos y dificultades para prevenir el ingreso de sustancias prohibidas. El caso reaviva el debate sobre los controles en las visitas, la corrupción interna y el acceso a drogas dentro del sistema carcelario.
Ingreso de estupefacientes en cárceles: un problema persistente
El ingreso de drogas a las cárceles argentinas es una problemática reconocida por las autoridades judiciales y penitenciarias desde hace décadas. Aunque en teoría existen controles exhaustivos para las visitas, la revisión de encomiendas y los operativos sorpresa, la presencia de estupefacientes dentro de los penales no ha cesado.
Distintos informes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y del Ministerio de Justicia provincial han señalado que las sustancias ilegales ingresan por múltiples vías: desde la complicidad de agentes penitenciarios hasta las visitas, con métodos que incluyen ocultamiento en alimentos, cavidades corporales o incluso drones.
En 2023, por ejemplo, se reportaron al menos 87 procedimientos de incautación de droga en cárceles de la provincia de Buenos Aires, y las cifras se mantuvieron altas durante 2024. En este contexto, la muerte de Godoy reabre la discusión sobre la eficacia de los controles y el nivel de infiltración de las redes delictivas dentro del sistema.
El rol del SPB y las posibles responsabilidades
Fuentes cercanas a la investigación indicaron que también se revisarán las cámaras de seguridad del penal, los registros de visitas del día y las comunicaciones del interno en los días previos. Además, se tomará testimonio al personal de guardia y de sanidad que intervino en el operativo de asistencia.
La fiscalía no descarta ninguna hipótesis, incluyendo la posibilidad de negligencia institucional o participación activa de terceros en el suministro de la sustancia. De confirmarse la intoxicación como causa de muerte, se abriría una nueva línea investigativa para identificar a los responsables del ingreso de la droga al penal y su circulación entre internos.
Cierre
El fallecimiento de Alan Godoy en la cárcel de Batán, en circunstancias aún no esclarecidas, vuelve a poner en agenda una problemática de larga data: el acceso a drogas dentro del sistema penitenciario y la fragilidad de los controles de seguridad. A la espera del resultado de la autopsia, la investigación avanza en dos frentes: determinar la causa exacta de la muerte y esclarecer cómo ingresó la sustancia al penal.
En un sistema penitenciario que ya arrastra cuestionamientos por sobrepoblación, violencia interna y falta de recursos, este episodio representa un nuevo llamado de atención sobre la necesidad de reforzar los mecanismos de control y garantizar condiciones mínimas de seguridad dentro de las unidades de detención.