Mercado inmobiliario rural: fuerte demanda y diversificación de inversiones marcan el primer semestre de 2025

A pesar de la menor oferta disponible, el interés por los campos argentinos se mantiene sólido y proyecta una revalorización si el contexto macroeconómico acompaña

El mercado de propiedades rurales en Argentina atravesó la primera mitad de 2025 con un desempeño firme, incluso en un contexto de menor oferta disponible. Un informe reciente de la Cámara de Inmobiliarias Rurales (CAIR) confirma que la demanda no solo se mantiene estable, sino que en algunos segmentos ha crecido, consolidando un escenario favorable para el sector.

La retracción en la oferta responde principalmente a operaciones ya concretadas y a la decisión de algunos propietarios de retirar temporalmente sus campos del mercado, más que a una falta de interés comprador. Por su parte, el interés de inversores —principalmente locales— sigue siendo elevado, aunque el ingreso de capital extranjero continúa condicionado por la falta de definiciones normativas y restricciones cambiarias.

Un mercado diversificado: de lo agrícola a lo mixto y ganadero

Si bien los campos agrícolas históricamente han acaparado la mayor parte de la atención, la demanda ha comenzado a expandirse hacia propiedades mixtas y, en menor medida, ganaderas. Esta diversificación obedece a una combinación de factores: la búsqueda de activos con mayor estabilidad de ingresos, la volatilidad en los precios internacionales de los granos y la creciente demanda global de carnes rojas.

En este último rubro, la reducción de los stocks ganaderos y la mejora en los valores de exportación han incentivado a nuevos actores a considerar este tipo de inversiones. El interés se ha visto reforzado por la percepción de que el sector ganadero ofrece oportunidades de mediano y largo plazo, especialmente en regiones donde los costos de producción son relativamente bajos.

Modalidades de compra y condiciones comerciales

En las zonas agrícolas más cercanas a centros urbanos y nodos logísticos, las operaciones se concretan mayoritariamente al contado, aunque algunos vendedores incorporan planes de financiación parcial. En cambio, en regiones más alejadas y vinculadas a la ganadería extensiva, las propuestas con facilidades de pago son más habituales.

Los precios se han mantenido estables en el primer semestre, particularmente en operaciones con vendedores individuales o sociedades simples, sin estructuras jurídicas complejas. Además, se registra un interés creciente por propiedades de gran escala y alto valor, con varias consultas activas y transacciones concretadas en este segmento premium.

El perfil del inversor y del vendedor

El inversor típico continúa siendo argentino y vinculado al agro, aunque no necesariamente a la producción directa. Empresarios de otros rubros, familias con excedentes de capital y productores que buscan diversificar su patrimonio componen la mayoría de la demanda activa.

El interés extranjero, aunque presente, permanece expectante debido a dos factores clave: la falta de claridad en la Ley de Tierras y el cepo cambiario que restringe el giro de dividendos al exterior. Estas trabas, según los operadores, desincentivan a los grandes capitales internacionales, que priorizan destinos con mayor previsibilidad normativa y cambiaria.

En cuanto a los vendedores, predomina el perfil de “ciclo familiar cumplido”: familias que, ante la falta de relevo generacional en la explotación directa, optan por vender. También hay casos de propietarios que eligen retirarse temporalmente del mercado a la espera de mejores condiciones de venta.

Condiciones macroeconómicas y perspectivas de revalorización

La estabilidad macroeconómica y la previsibilidad política son vistas como condiciones esenciales para sostener la actividad. La CAIR destaca que, con un entorno favorable, podría darse una revalorización progresiva de los activos rurales. En este sentido, el sector considera estratégicas políticas como la reducción gradual o eliminación de las retenciones (DEX) a la exportación y la implementación de reglas claras a largo plazo.

Especialistas advierten que, sin un marco jurídico y fiscal previsible, es difícil atraer nuevas inversiones, incluso con un mercado interno dinámico. La confianza del inversor agropecuario depende de la consistencia de las reglas de juego y de señales claras sobre la dirección económica del país.

Nuevos movimientos en zonas tradicionalmente marginales

Un fenómeno incipiente que destaca el informe es el crecimiento de operaciones en regiones históricamente marginales, sobre todo en campos ganaderos. La mejora en la relación entre costos, producción y precios ha generado un renovado interés por estas áreas, que comienzan a experimentar una revalorización lenta pero sostenida.

Estas zonas, antes relegadas por cuestiones logísticas o de productividad, están siendo reevaluadas gracias a nuevas tecnologías en manejo de pasturas, mejoras en el transporte y cambios en las dinámicas de comercialización de la carne.

Cierre

El primer semestre de 2025 confirma la solidez del mercado inmobiliario rural argentino, impulsado por una demanda diversificada y sostenida. Si el país logra consolidar un entorno económico y normativo estable, el sector podría encaminarse hacia un ciclo de revalorización que beneficiaría tanto a inversores como a comunidades rurales. La clave estará en la previsibilidad: sin reglas claras y duraderas, el potencial de crecimiento seguirá limitado, pero con ellas, Argentina podría capitalizar plenamente el interés que sus campos siguen generando.