Mar del Plata enfrenta un momento crítico en su industria de la construcción. El costo de construcción ha alcanzado un récord de más de 1.480.000 pesos por metro cuadrado, lo que equivale a aproximadamente 1.100 dólares al tipo de cambio actual. Esta cifra fue confirmada por Leonardo Tamburini, presidente del Centro de Constructores y Anexos de la ciudad, en el programa Buenas Mañanas de Canal 8.
Costos básicos y adicionales
Tamburini explicó que el costo mencionado representa solo el valor básico de construcción. A este monto se deben añadir otros gastos como la adquisición de terrenos, honorarios profesionales, impuestos y el beneficio de las empresas constructoras y subcontratistas. Este aumento en los costos es el más alto registrado en los últimos 30 años, comparable solo con cifras de 2017. La combinación de estos factores ha llevado a que muchos proyectos se reconsideren o se pospongan, afectando la oferta de viviendas en la ciudad.
Inflación de materiales y mano de obra
Uno de los principales factores detrás de este aumento es la inflación en los insumos y la mano de obra. En 2023, el precio de los materiales se incrementó un 325%, mientras que la mano de obra tuvo un aumento del 211%. Aunque a principios de 2024 se observó una disminución aproximada del 20% en los precios de los materiales, Tamburini advirtió que los niveles siguen siendo muy altos, lo que complica la reducción de costos en nuevas obras. Esta situación ha llevado a que muchas empresas deban ajustar sus márgenes de ganancia, lo que a su vez afecta la viabilidad de nuevos proyectos.
Importación de materiales y limitaciones
Tamburini mencionó que, aunque existen estrategias como la importación de ciertos materiales, no es viable trasladar insumos básicos como cemento, cal, arena o ladrillos desde el exterior, especialmente desde países como China. Esto limita las soluciones a corto plazo para el sector. La dependencia de la producción local para estos insumos ha generado una presión adicional sobre los precios, ya que la demanda supera la capacidad de producción en muchas ocasiones. Además, la logística y los costos de transporte también influyen en el precio final de los materiales, complicando aún más la situación.
Escasez de créditos hipotecarios
Otro desafío significativo es la falta de créditos hipotecarios accesibles a largo plazo. Inicialmente, se ofrecieron tasas de interés bajas, pero en los últimos tres meses estas han aumentado entre tres y cuatro puntos, lo que ha generado dificultades de liquidez para los bancos. Además, los bancos deben otorgar créditos hipotecarios a 20 o 30 años mientras compiten con plazos fijos de solo 30 días. Esta situación ha llevado a una disminución en la cantidad de créditos aprobados, lo que a su vez afecta la capacidad de las familias para acceder a una vivienda propia. La falta de financiamiento adecuado es un obstáculo importante para la recuperación del sector.
Mecanismos de financiamiento
Para abordar esta problemática, se están considerando mecanismos como un fondo fiduciario a través de la ANSES. Este fondo podría generar una masa de dinero destinada a financiar la vivienda a largo plazo, lo que aseguraría mayor estabilidad y tracción para nuevos proyectos. La implementación de este tipo de iniciativas podría facilitar el acceso a créditos más accesibles y a tasas de interés más bajas, lo que incentivaría a las familias a invertir en la compra de viviendas y, por ende, a reactivar la construcción.
Atomización del mercado
Tamburini también destacó que, aunque la construcción sigue activa en Mar del Plata y el sector continúa generando empleo, la rentabilidad de las obras se concentra en sectores de alto poder adquisitivo. En áreas con menor demanda o donde los precios de venta son más limitados, la rentabilidad es mucho más ajustada, lo que retrasa el inicio de nuevas obras. Esta atomización del mercado ha llevado a que muchas empresas se enfoquen en proyectos de lujo, dejando de lado la construcción de viviendas accesibles para la clase media y baja, lo que agrava la crisis habitacional en la ciudad.
El ladrillo como refugio de valor
A pesar de los desafíos, el ladrillo sigue siendo considerado un refugio de valor, en línea con la tradición argentina de la propiedad de la vivienda. Históricamente, las familias han priorizado tener su propio hogar, y el ladrillo continúa cumpliendo esa función como inversión segura frente a la inflación. Este fenómeno ha llevado a un aumento en la demanda de propiedades, aunque la oferta no logra satisfacerla debido a los altos costos de construcción. La percepción de que la propiedad es una inversión segura ha mantenido el interés en el sector, a pesar de las dificultades económicas.
Proyectos en marcha
Actualmente, muchos proyectos se encuentran en fase de planificación o en etapas iniciales de demolición. El inicio de nuevas obras se retrasa en sectores con menor rentabilidad inmediata. Sin embargo, Tamburini destacó que el sector mantiene su dinámica, con una intensa actividad en obras y generación de empleo. Se espera que la situación mejore a medida que se estabilicen los costos y se amplíen las posibilidades de financiamiento. La colaboración entre el sector público y privado será crucial para impulsar la construcción y garantizar que se desarrollen proyectos que respondan a las necesidades habitacionales de la población.
Cierre
El gran desafío es lograr que el sector de la construcción no se detenga, equilibrando costos, financiamiento y demanda. Esto es esencial para desarrollar la industria y brindar soluciones habitacionales a diferentes sectores de la ciudad. La implementación de políticas que fomenten la inversión en infraestructura y la construcción de viviendas accesibles será clave para enfrentar la crisis actual. La colaboración entre los distintos actores del sector, así como el apoyo del gobierno, son fundamentales para asegurar un futuro sostenible para la construcción en Mar del Plata.