Una mujer de 20 años ha sido condenada a cuatro años de prisión por su participación en la comercialización de estupefacientes en el barrio La Herradura. La sentencia fue dictada tras un acuerdo de juicio abreviado en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2. Este caso ha puesto de relieve la creciente preocupación por el narcotráfico en la región y el papel que juegan los jóvenes en estas actividades delictivas.
Detalles del caso
La mujer, identificada como Morena Cristal Cortadi, fue considerada partícipe secundaria en delitos de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravada por el uso de un menor de edad. Además, fue coautora de tenencia ilegítima de armas de fuego y receptación. El caso fue llevado a cabo por el fiscal Leandro Favaro, quien ha estado trabajando en la lucha contra el narcotráfico en la zona. La investigación comenzó el 26 de noviembre de 2023, cuando la policía detuvo a un hombre que vendía drogas a través de una ventana de su vivienda. Este operativo se realizó después de un mes de investigaciones que incluyeron vigilancia encubierta y filmaciones. La policía había recibido denuncias anónimas sobre actividades sospechosas en la zona, lo que llevó a un seguimiento más exhaustivo de las actividades del sospechoso.
Operativo policial
En el domicilio ubicado en Colón y Diagonal del Solar, así como en un vehículo VW Gol estacionado, se encontraron más de 600 gramos de cocaína fraccionados en 1059 envoltorios, 225 gramos de marihuana y más de 300 mil dólares en efectivo. También se incautaron dos balanzas de precisión, siete teléfonos celulares, documentación personal, varias armas y proyectiles. La cantidad de droga y dinero encontrado sugiere una operación de narcotráfico bien organizada, lo que ha alarmado a las autoridades locales sobre la creciente problemática del narcotráfico en la región. Este tipo de operativos son cada vez más comunes en áreas donde el narcotráfico ha tomado fuerza, y reflejan la necesidad de una respuesta coordinada entre las fuerzas de seguridad y la comunidad.
Armas y municiones encontradas
Entre las armas confiscadas se encontraban una pistola tipo \”lapicera\” calibre .22, una pistola Bersa modelo Thunder calibre 9 mm con pedido de secuestro, un revólver Balila calibre .22, y otros revólveres de diferentes calibres. En total, se recuperaron 953 cartuchos completos. La presencia de estas armas en el lugar del operativo indica no solo la peligrosidad de la actividad delictiva, sino también el potencial riesgo que representaba para la comunidad. Las autoridades han señalado que el uso de armas en el narcotráfico es un fenómeno que ha ido en aumento, lo que plantea serios desafíos para la seguridad pública. La combinación de narcotráfico y armamento en manos de civiles es un tema que preocupa a las autoridades y a la sociedad en general, ya que puede llevar a un incremento de la violencia en las comunidades afectadas.
Pruebas de participación
La participación de Cortadi en la venta de drogas fue confirmada por las investigaciones previas, testimonios y el análisis de los teléfonos celulares confiscados. Según el juez Roberto Falcone, “el contenido de dichas conversaciones refuerza la idea de que si bien la mujer no tenía el control del ilícito negocio, sí prestaba cooperación al masculino, quien resultaba ser su pareja”. Este aspecto de la sentencia ha generado debate sobre el papel de las mujeres en el narcotráfico, donde a menudo son vistas como cómplices o víctimas de un sistema que las atrapa en actividades delictivas. La condena de Cortadi plantea preguntas sobre cómo se puede abordar el problema del narcotráfico desde una perspectiva de género, considerando que muchas mujeres se ven involucradas en estas redes por diversas razones, incluyendo la dependencia económica y la presión social.
Sentencia y condiciones
En la sentencia, el juez descartó eximentes de responsabilidad penal. Consideró como atenuante la falta de antecedentes penales de Cortadi y como agravante la cantidad y calidad de las sustancias incautadas. La pena impuesta se cumplirá bajo la modalidad de prisión domiciliaria con monitoreo electrónico, bajo la tutela de su madre. Esta decisión ha sido objeto de análisis, ya que plantea cuestiones sobre la efectividad de las penas alternativas en la lucha contra el narcotráfico y la reintegración social de los condenados. La prisión domiciliaria es una medida que se utiliza en ciertos casos para permitir que los condenados puedan continuar con su vida familiar y laboral, pero también ha sido criticada por algunos sectores que consideran que no es suficiente para disuadir a quienes se involucran en actividades delictivas.
Cierre
La mujer tiene prohibido ausentarse de su domicilio, salvo en casos de fuerza mayor, y deberá comunicarse inmediatamente con el tribunal en tales situaciones. Además, estará sujeta a controles esporádicos del Patronato de Liberados. Este caso resalta la complejidad del problema del narcotráfico en la sociedad actual, donde las redes de distribución se entrelazan con la vida cotidiana de las personas, afectando no solo a los involucrados directamente, sino también a sus familias y comunidades. La condena de Cortadi es un recordatorio de los riesgos asociados con el narcotráfico y la necesidad de abordar este fenómeno desde múltiples frentes, incluyendo la educación, la prevención y la intervención social. La situación en La Herradura es un reflejo de un problema más amplio que afecta a muchas comunidades en el país, donde el narcotráfico se ha convertido en una de las principales preocupaciones de seguridad pública. Las autoridades continúan trabajando para desmantelar estas redes y prevenir que más jóvenes se vean atrapados en este ciclo de violencia y criminalidad.