Desarticulan venta ilegal de alcohol en la vía pública en pleno centro de Mar del Plata

La Municipalidad actuó mediante el COM y la Patrulla Municipal para frenar una actividad ilícita vinculada a la venta de bebidas alcohólicas en la calle San Luis, frente a Plaza San Martín. Un trapito fue identificado como el principal responsable.

Operativo conjunto: vigilancia, seguimiento y acción

En una nueva acción articulada entre diferentes áreas municipales y fuerzas de seguridad, el gobierno local de Mar del Plata desactivó una operación de venta clandestina de bebidas alcohólicas que se desarrollaba en plena vía pública. El hecho ocurrió en la intersección de San Luis, entre Diagonal Pueyrredon y 25 de Mayo, frente a la reconocida Plaza San Martín, uno de los espacios más transitados del centro marplatense.

El Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) fue el encargado de detectar la presencia de dos hombres y dos mujeres comercializando cerveza en la vereda, en una zona donde además se observa alta circulación peatonal, incluyendo estudiantes, turistas y trabajadores. Uno de los involucrados, según se indicó oficialmente, se desempeñaba habitualmente como “trapito”, es decir, cuidacoches informal.

El COM activó su protocolo de vigilancia remota y comenzó el seguimiento por cámaras de seguridad, observando cómo varias personas se acercaban al grupo para adquirir bebidas, particularmente latas de cerveza. Con esta información registrada en tiempo real, se dio aviso a la Patrulla Municipal, la cual arribó al lugar con personal de Seguridad, Inspección General y efectivos policiales, y procedió a identificar a los involucrados.

Venta de alcohol en la vía pública: una práctica ilegal y reiterada

La comercialización de bebidas alcohólicas en la calle, sin autorización ni condiciones higiénicas adecuadas, está expresamente prohibida por la ordenanza municipal N° 13.194 y por la Ley Provincial N° 11.825, que regula el expendio de alcohol en el territorio bonaerense. Esta legislación contempla no solo la necesidad de habilitación, sino también el cumplimiento de normas de salubridad, control de edad y responsabilidad civil.

En Mar del Plata, las denuncias por este tipo de actividad suelen incrementarse durante temporadas turísticas o fines de semana largos, aunque en este caso el hecho ocurrió en un día hábil del mes de julio, lo que indica la posible permanencia de estas prácticas en ciertos sectores del microcentro.

Desde la Secretaría de Seguridad remarcaron que este tipo de controles forman parte de una estrategia integral para combatir la informalidad en espacios públicos y evitar situaciones de riesgo para la comunidad. “No se trata solo de una infracción comercial, sino también de una problemática que involucra salud pública y seguridad ciudadana”, indicaron fuentes del área.

El rol de los cuidacoches informales y la problemática urbana

Uno de los aspectos que más llamó la atención del operativo fue el hecho de que el vendedor principal de bebidas también cumplía funciones como cuidacoches informal, una figura ampliamente debatida en la ciudad. El fenómeno de los “trapitos” está asociado a prácticas extorsivas o desorden urbano en varias zonas neurálgicas de Mar del Plata, especialmente en el centro y en las inmediaciones del estadio José María Minella durante eventos deportivos.

En 2022, el Concejo Deliberante abordó un proyecto para regular y limitar la actividad de los cuidacoches, pero hasta el momento no se han logrado consensos que permitan establecer un marco normativo integral. Mientras tanto, el municipio opta por realizar operativos esporádicos de control e identificación, con el respaldo de las fuerzas policiales.

En este contexto, la participación de un trapito en la venta de alcohol suma un elemento de complejidad a la discusión sobre el uso del espacio público, los límites de la informalidad laboral y la prevención de delitos asociados.

Vigilancia activa: tecnología como herramienta de prevención

El seguimiento del grupo fue posible gracias al sistema de videovigilancia urbana del COM, que actualmente cuenta con más de 1.300 cámaras activas en toda la ciudad, muchas de ellas instaladas en corredores escolares, plazas céntricas y accesos principales. Estas herramientas permiten una respuesta más rápida y precisa ante situaciones de riesgo, y han sido clave en la resolución de numerosos delitos y faltas administrativas.

Durante los últimos años, el COM se ha fortalecido con nuevas tecnologías de reconocimiento de matrículas, análisis predictivo de patrones y conexión directa con las fuerzas policiales, consolidándose como un centro neurálgico de prevención y monitoreo urbano.

En este caso, el accionar coordinado entre monitoreo y respuesta en calle permitió no solo frenar una actividad ilegal, sino también registrar en video todo el proceso de comercialización, lo cual facilitará el avance de sumarios administrativos o eventuales causas judiciales.

Actuación administrativa y posibles sanciones

Luego de la intervención, las personas identificadas quedaron a disposición de la Justicia de Faltas municipal, que determinará las sanciones correspondientes en base a las ordenanzas vigentes. Las penas pueden ir desde multas económicas hasta la incautación de la mercadería y elementos utilizados para la venta.

Desde el área de Inspección General adelantaron que se está analizando si alguno de los implicados tiene antecedentes por otras infracciones similares, ya que se han registrado casos de reincidencia en puntos críticos del centro marplatense.

El operativo fue calificado como “exitoso” por las autoridades, quienes destacaron el valor del trabajo en equipo y el seguimiento en tiempo real como herramientas efectivas para desarticular microcircuitos de ilegalidad en el espacio urbano.

Cierre

El episodio ocurrido frente a Plaza San Martín expone nuevamente las tensiones latentes entre el uso informal del espacio público y la necesidad de garantizar orden, salubridad y convivencia en el centro de Mar del Plata. La venta ilegal de alcohol, sumada a la presencia de cuidacoches informales, plantea un doble desafío para la gestión urbana.

El municipio reafirma su compromiso con el control y la vigilancia permanente de estas conductas, mientras se abren nuevos debates sobre la regulación del trabajo callejero, el fortalecimiento del COM y el rol de la seguridad comunitaria en la ciudad. El seguimiento y la intervención oportuna evitaron que esta práctica se expandiera, pero su existencia demuestra que la vigilancia debe ser constante y estratégica para sostener el orden en la vía pública.