El 1 de agosto, el mundo refuerza la concientización sobre una enfermedad que causa millones de muertes cada año. Organismos sanitarios destacan la necesidad de prevenir hábitos nocivos como el vapeo, incluso en no fumadores.
Un día para visibilizar la principal causa de muerte por cáncer
Cada 1 de agosto, desde hace más de una década, el Foro de Sociedades Respiratorias Internacionales (FIRS) junto a diversas organizaciones médicas establecen el Día Mundial del Cáncer de Pulmón, con el objetivo de educar, prevenir y generar conciencia global sobre una de las enfermedades más letales del planeta.
El cáncer de pulmón representa el 12% de todos los nuevos casos de cáncer y se cobra alrededor de 1,8 millones de vidas cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque el tabaquismo continúa siendo la causa principal, factores como la contaminación del aire, exposiciones ocupacionales a químicos tóxicos, y la creciente tendencia del uso de vapeadores en adolescentes y jóvenes adultos están contribuyendo a un nuevo escenario epidemiológico.
Vapeo y cigarrillos electrónicos: un riesgo en expansión
En la última década, el uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores ha crecido de forma alarmante entre los menores de 25 años, incluso en jóvenes que nunca habían consumido tabaco. Según el Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos, uno de cada cuatro estudiantes de secundaria ha probado el vapeo y casi un 10% lo usa de forma regular.
Estudios publicados en revistas como The Lancet Respiratory Medicine demuestran que los vapeadores liberan nicotina, aldehídos, metales pesados (plomo, níquel, cromo) y compuestos cancerígenos al calentarse, capaces de producir daño celular, inflamación crónica y alteraciones genéticas. A largo plazo, los investigadores advierten que podrían elevar significativamente los casos de cáncer de pulmón, especialmente cuando se combinan con el consumo de cigarrillos convencionales, multiplicando hasta por cuatro veces el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Además, la OMS alerta sobre el fenómeno del “vapeo pasivo”, ya que el vapor exhalado contiene partículas tóxicas que pueden afectar a niños, embarazadas y personas con problemas respiratorios, incluso sin consumo directo.
Factores de riesgo y prevención
El tabaquismo sigue siendo responsable de más del 80% de los casos de cáncer de pulmón, pero no es el único factor. La exposición prolongada a contaminantes del aire, sustancias tóxicas en el lugar de trabajo (como asbesto o gases industriales), la genética y dietas poco saludables son variables que incrementan las probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Los especialistas señalan que la prevención es clave: dejar de fumar, evitar ambientes con humo o vapor, usar protección en espacios laborales de riesgo, y realizar chequeos médicos periódicos son las mejores herramientas para reducir la mortalidad.
Nuevos tratamientos y esperanzas
En los últimos años, los avances médicos han cambiado el panorama para los pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón. La inmunoterapia y las terapias dirigidas han permitido prolongar la esperanza de vida, reducir efectos adversos y mejorar la calidad de los tratamientos, aunque el acceso temprano sigue siendo un desafío en muchos países debido a costos elevados y falta de cobertura.
Cierre
El Día Mundial del Cáncer de Pulmón no es solo una fecha en el calendario: es un llamado global a prevenir hábitos dañinos como el tabaquismo y el vapeo, a reducir la exposición a contaminantes, y a garantizar el acceso a tratamientos innovadores para quienes enfrentan esta enfermedad.
Los especialistas coinciden en que, sin políticas públicas más estrictas sobre la venta y publicidad de vapeadores, y sin mayor educación en salud desde edades tempranas, las próximas generaciones podrían enfrentar una nueva ola de enfermedades pulmonares y casos de cáncer prevenibles. El mensaje es claro: actuar hoy puede salvar millones de vidas en el futuro.