El Gobierno denuncia deuda de $409 mil millones de la Provincia de Buenos Aires con hospitales SAMIC

El vocero presidencial Manuel Adorni reveló que la administración bonaerense mantiene una millonaria deuda con los hospitales de gestión compartida. El Gobierno nacional garantiza la continuidad de la atención médica pese al incumplimiento provincial.

Un conflicto sanitario de alto impacto

En una nueva escalada de tensiones entre el Gobierno nacional y la Provincia de Buenos Aires, el vocero presidencial, Manuel Adorni, denunció públicamente este jueves que la administración bonaerense mantiene una deuda superior a los 409 mil millones de pesos con los hospitales de alta complejidad que integran la red SAMIC (Servicios de Atención Médica Integral para la Comunidad).

Según indicó Adorni en conferencia de prensa desde Casa Rosada, esta cifra representa un grave incumplimiento por parte del Estado provincial, que debería cubrir parte del financiamiento operativo de estos centros médicos de referencia. A pesar de ello, aseguró que la Nación continúa garantizando la atención médica, la provisión de medicamentos y el funcionamiento de los establecimientos, en un contexto crítico para el sistema sanitario.

¿Qué son los hospitales SAMIC y cómo funcionan?

Los hospitales SAMIC son instituciones de alta complejidad creadas con un modelo de cogestión entre el Gobierno nacional y gobiernos provinciales o municipales, que atienden a poblaciones extensas y ofrecen servicios especializados que superan el alcance de hospitales generales.

Este modelo busca descentralizar la atención médica especializada sin comprometer estándares de calidad. En la provincia de Buenos Aires, los principales hospitales bajo esta modalidad son:

  • Hospital El Cruce (Florencio Varela)
  • Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner (Cañuelas)
  • Hospital Bicentenario (Esteban Echeverría)
  • Hospital René Favaloro (La Matanza)
  • Hospital Néstor Kirchner (también en La Matanza)

Estos centros reciben pacientes derivados de otros hospitales y regiones, y constituyen nodos fundamentales para el tratamiento de patologías complejas, cirugías de alta especialización, terapias intensivas y atención pediátrica avanzada.

El eje del reclamo: financiamiento compartido

El conflicto radica en que el sostenimiento de los hospitales SAMIC depende de convenios de cofinanciamiento, donde tanto Nación como Provincia deben aportar recursos financieros, recursos humanos, insumos y servicios esenciales.

Según el Gobierno nacional, la Provincia de Buenos Aires ha incumplido sistemáticamente sus compromisos económicos, acumulando una deuda que supera los 409 mil millones de pesos. Aunque no se especificó el período exacto al que corresponde esa deuda, se presume que abarca varios ejercicios fiscales recientes.

“La crueldad no está en las decisiones que ordenan el sistema, la verdadera crueldad radica en usar la salud como herramienta partidaria mientras se desatienden las responsabilidades básicas”, expresó Adorni, en una frase que evidenció la carga política del reclamo.

Respuesta oficial y contexto político

Hasta el momento, las autoridades bonaerenses no emitieron una respuesta formal a los dichos del vocero presidencial. Sin embargo, desde la administración de Axel Kicillof se han manifestado en otras oportunidades en defensa de su política sanitaria, destacando inversiones en infraestructura, incorporación de personal y ampliación de servicios en hospitales provinciales.

Cabe recordar que el financiamiento de la salud pública en Argentina es un tema recurrente de tensión interjurisdiccional. Los hospitales SAMIC, al depender de ambas partes, quedan expuestos a los vaivenes políticos y presupuestarios, lo que afecta directamente su operatividad.

En este caso, el reclamo del Ejecutivo nacional se da en un escenario de recorte del gasto público y redefinición del rol del Estado en áreas sensibles como salud, educación y asistencia social. La visibilización de esta deuda podría responder tanto a una necesidad técnica de orden fiscal como a una estrategia comunicacional para trasladar responsabilidades.

Impacto sanitario y riesgo de colapso

Expertos en salud pública advierten que una deuda de esta magnitud puede comprometer seriamente la sostenibilidad operativa de los hospitales implicados. Si bien el Gobierno nacional afirma estar cubriendo los gastos, la persistencia de este modelo podría volverse insostenible a mediano plazo.

Los hospitales SAMIC implican una alta inversión mensual en salarios, tecnología médica, insumos quirúrgicos, servicios tercerizados y mantenimiento edilicio. Un solo día de funcionamiento puede requerir decenas de millones de pesos, en especial si se trata de hospitales con múltiples quirófanos, terapia intensiva y guardias permanentes.

“Es fundamental que ambas jurisdicciones se sienten a revisar los convenios de financiamiento y establezcan mecanismos de actualización automática y monitoreo, para evitar estas situaciones recurrentes que terminan afectando al paciente”, señaló un analista del Instituto de Políticas en Salud de la UBA.

Los hospitales mencionados y su relevancia regional

  • Hospital El Cruce (Florencio Varela): Es uno de los centros de mayor complejidad del país. Realiza trasplantes, neurocirugías y cuenta con equipamiento de última generación. Es referente en la región sur del conurbano bonaerense.
  • Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner (Cañuelas): Tiene influencia en más de 10 municipios y cubre una población estimada de 1,2 millones de personas. Fue una pieza clave durante la pandemia de COVID-19.
  • Hospital Bicentenario (Esteban Echeverría): Integra la red SAMIC desde 2020, tras años de obras inconclusas. Hoy funciona con servicios de internación, imágenes y guardia.
  • Hospitales Néstor Kirchner y René Favaloro (La Matanza): Ambos fueron inaugurados recientemente como parte de una estrategia de descentralización en el partido más poblado de Argentina. Atienen alta demanda en pediatría, clínica médica y cirugía general.

La eventual parálisis o debilitamiento de cualquiera de estos centros podría sobrecargar otros hospitales provinciales o municipales, afectando la calidad de atención en toda la región.

Cierre

La denuncia del Gobierno nacional sobre la deuda millonaria de la Provincia de Buenos Aires con los hospitales SAMIC reaviva un debate de fondo: la fragilidad de los modelos de cogestión sanitaria en contextos de alta tensión política y fiscal. Mientras se define el rumbo del sistema de salud, los hospitales continúan operando gracias a los aportes del Estado nacional, pero la sostenibilidad de este esquema está en duda si no se regulariza la situación financiera entre jurisdicciones.

La salud pública, como pilar del bienestar colectivo, no puede quedar atrapada en disputas intergubernamentales. La resolución del conflicto requerirá voluntad política, responsabilidad institucional y, sobre todo, priorizar el derecho a la salud por encima de cualquier interés partidario.