Un reciente informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOP) ha puesto de manifiesto la difícil situación que enfrentan las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina. Durante el segundo trimestre de 2023, el 33% de estas empresas industriales perdió mercado debido a la competencia de productos importados. Este fenómeno no es nuevo, pero ha alcanzado niveles alarmantes que ponen en riesgo la sostenibilidad de muchas de estas empresas.
El estudio, que abarcó a 407 empresas representativas del sector, indica que la percepción de amenaza por parte de las pymes ha aumentado. Actualmente, el 45% de las empresas considera que las importaciones son una amenaza, la cifra más alta desde 2007. Este aumento en la preocupación refleja un contexto económico complejo, donde las pymes, que son fundamentales para la economía argentina, se ven cada vez más vulnerables.
Datos del informe
El informe revela que el 51% de las empresas del sector textil y de calzado ha resignado mercado. En el sector metalmecánico, la cifra asciende al 42%, mientras que en caucho y químicos es del 37%. En muebles y madera, el 31% de las empresas ha perdido mercado, y en el sector de alimentos y bebidas, el 10% se ha visto afectado. Estos datos son preocupantes, ya que indican una tendencia generalizada de pérdida de competitividad en sectores clave de la economía nacional.
La situación se agrava si se considera que las pymes representan una parte significativa del empleo en Argentina. La pérdida de mercado no solo afecta a las empresas en términos de ingresos, sino que también tiene un impacto directo en la capacidad de estas para mantener sus plantillas de trabajo. La reducción de personal en estos sectores podría llevar a un aumento del desempleo, lo que a su vez afectaría el consumo interno y la economía en general.
Principales amenazas comerciales
El estudio también identifica a China como la principal amenaza comercial, con un 73,3% de las empresas señalando su preocupación por la competencia de productos chinos. Brasil ocupa el segundo lugar con un 16,6%. Además, el 45% de las pymes considera que los productos importados compiten de manera desleal, mientras que el 35% sostiene que estos productos no cumplen con las normas técnicas requeridas. Un 17% denuncia el contrabando como un problema adicional.
La competencia desleal se ha convertido en un tema recurrente en las discusiones sobre la industria nacional. Las pymes argumentan que las importaciones, muchas veces, llegan a precios inferiores a los costos de producción locales, lo que les impide competir en igualdad de condiciones. Esta situación ha llevado a un llamado a la acción por parte de los empresarios, quienes piden medidas que protejan la producción local y regulen de manera más estricta las importaciones.
Impacto en el empleo
El informe destaca que la ocupación en las pymes industriales ha disminuido en un 4,7% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta caída marca el noveno trimestre consecutivo de descenso en el empleo. En promedio, el 25% de las empresas ha reducido su plantilla de personal. Esta tendencia es alarmante, ya que el empleo en las pymes es crucial para la estabilidad económica y social del país.
La reducción de empleo no solo afecta a los trabajadores directamente involucrados, sino que también tiene un efecto dominó en la economía local. Menos empleo significa menos ingresos disponibles para el consumo, lo que a su vez puede llevar a una disminución en la demanda de productos y servicios, afectando a otras empresas y sectores de la economía.
Factores económicos
Federico Poli, titular de la FOP, atribuye el aumento de importaciones a varios factores económicos. Según Poli, “un cambio de facilidades para importar, un tipo de cambio que parece estar atrasado, la subida de tasas de interés y la falta de crédito” han contribuido a esta situación. Además, señala que la mayor presencia de productos importados ha alterado el escenario en el que operan las pymes.
El contexto económico en Argentina ha sido complicado en los últimos años, con una inflación persistente y un tipo de cambio volátil. Estos factores han llevado a muchas pymes a enfrentar dificultades para acceder a financiamiento y a mantener sus operaciones. La falta de crédito es un obstáculo significativo, ya que muchas empresas dependen de financiamiento para invertir en tecnología, mejorar procesos y competir en el mercado.
Incremento de importaciones
Datos oficiales del INDEC indican que las importaciones en junio alcanzaron un total de 6.370 millones de dólares, lo que representa un incremento interanual del 35,9%. Este aumento se debe a un incremento del 53,2% en las cantidades importadas y a una disminución en los precios del 11%. Este fenómeno ha generado preocupación entre los empresarios, quienes ven cómo la competencia extranjera se intensifica.
El aumento de las importaciones no solo afecta a las pymes, sino que también plantea interrogantes sobre la política comercial del país. Muchos empresarios argumentan que se necesita un enfoque más equilibrado que proteja la producción local y fomente un entorno de competencia justa. La situación actual ha llevado a un debate sobre la necesidad de revisar las políticas de importación y establecer medidas que favorezcan a la industria nacional.
Reacciones del sector industrial
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), se ha comentado que la industria enfrenta un aumento en los costos internos, lo que afecta negativamente la competitividad de la producción nacional. La menor demanda interna, en gran parte debido a la competencia de productos importados, ha llevado a una caída del 10% en la producción industrial durante el primer semestre de 2023. Esta caída es un reflejo de las dificultades que enfrentan las empresas para adaptarse a un entorno cambiante.
Los líderes del sector han expresado su preocupación por la falta de políticas efectivas que apoyen a la industria local. Muchos consideran que es fundamental implementar medidas que incentiven la producción nacional y reduzcan la dependencia de productos importados. Sin un cambio en este sentido, advierten que la situación podría empeorar, con consecuencias graves para la economía y el empleo.
Situación en el sector textil
Luciano Galfione, presidente de la Fundación Protejer, ha señalado que el 70% del mercado textil es actualmente importado, un aumento significativo respecto al 50% histórico. Galfione ha indicado que en 2023 cerraron alrededor de 300 empresas del sector textil, lo que refleja la gravedad de la situación. Además, ha mencionado que el ingreso disponible de los asalariados ha disminuido, lo que afecta su capacidad de compra.
El sector textil es uno de los más afectados por la competencia desleal, y la situación actual plantea serios desafíos para su recuperación. La pérdida de empresas y empleos en este sector no solo afecta a los trabajadores, sino que también tiene un impacto en la cultura y la identidad local, ya que muchas de estas empresas son parte integral de las comunidades en las que operan.
Consecuencias para la industria
Marcelo Fernández, presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), ha advertido que la facilitación de importaciones por parte del Gobierno, en un intento de controlar la inflación, ha llevado a una considerable pérdida de mercado para la industria local. Esta situación ha resultado en suspensiones, adelantos de vacaciones y despidos en varias empresas.
Las consecuencias de esta política son evidentes en el día a día de las pymes, que luchan por sobrevivir en un entorno cada vez más hostil. La necesidad de encontrar un equilibrio entre el control de la inflación y el apoyo a la producción local es un desafío que el Gobierno deberá enfrentar en el futuro cercano.
Cierre
La situación de las pymes en Argentina es crítica, y se requieren medidas urgentes para revertir esta tendencia. Las próximas semanas serán clave para observar si se implementan cambios que favorezcan a la producción nacional y se frene el avance de las importaciones. La salud de la economía argentina depende en gran medida de la capacidad de las pymes para adaptarse y prosperar en un entorno competitivo, y es fundamental que se tomen decisiones que apoyen su desarrollo y sostenibilidad.