Fin del conflicto en la pesca: SOMU y empresarios acuerdan reactivar la flota congeladora tras casi un año de paralización

El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos firmará un convenio histórico en Mar del Plata que permitirá retomar la actividad, preservar empleos y establecer un nuevo esquema salarial transitorio para el sector pesquero.

UN CONFLICTO QUE LLEVABA MESES PARALIZANDO LA ACTIVIDAD

Tras casi un año de inactividad, la flota congeladora de Mar del Plata se prepara para volver al mar luego de que el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) anunciara un acuerdo con las cámaras empresariales del sector. La noticia fue confirmada este jueves en un comunicado oficial en el que el gremio destacó la importancia del entendimiento para los trabajadores y la industria pesquera en su conjunto.

El conflicto, iniciado a mediados de 2024, había mantenido en vilo a cientos de marineros y empresas armadoras debido a diferencias salariales y condiciones laborales. La falta de consenso derivó en prolongadas medidas de fuerza y en la paralización de buques congeladores clave para la pesca de langostino, uno de los principales productos de exportación de la industria argentina.

La firma del nuevo acta, prevista para el viernes 2 de agosto, permitirá convocar a las tripulaciones en los próximos días para reanudar la actividad. “Este acuerdo marca un antes y un después para el sector”, señalaron desde SOMU, agradeciendo el respaldo de los marineros que “defendieron sus derechos a lo largo del país”.

EL CONTENIDO DEL ACUERDO

El entendimiento fue alcanzado en Mar del Plata durante el mes de julio, con la participación de SOMU, el Sindicato Marítimo de Pescadores (SIMAPE) y la empresa Buenos Aires Pesca S.A., armadora de los buques congeladores San Juan B y Pedrito. Se trata del primer convenio formal de este tipo firmado en el puerto marplatense con una empresa de flota congeladora y ya fue presentado para su homologación ante la autoridad laboral.

Los puntos principales del acuerdo incluyen:

  • Esquema salarial transitorio (1 de julio al 30 de septiembre de 2025): 70% de la remuneración será no remunerativa y 30% remunerativa, pero ambos componentes contarán para el cálculo de licencias, aguinaldo, aportes y cobertura de salud y seguridad social.
  • Recomposición progresiva de haberes: aumentos del 1,2% en abril, 1,1% en mayo y un 1% mensual acumulativo de junio a septiembre.
  • Garantía de estabilidad laboral: la empresa se compromete a no realizar despidos sin causa, suspensiones ni recortes salariales durante la vigencia del acuerdo.

Este convenio rompe con el consenso informal promovido por las cámaras CAPIP y CAPeCA, que proponían una reducción del 30% en los salarios por producción en la pesca de langostino. La propuesta acordada en Mar del Plata adopta un mecanismo alternativo que, aunque incluye sumas no remunerativas, asegura cobertura legal y paritaria para los trabajadores.

IMPACTO ECONÓMICO Y SOCIAL

El acuerdo llega en un momento crítico para la industria pesquera argentina. El sector atraviesa lo que sindicatos y empresarios denominan una “emergencia extrema”, marcada por:

  • Caída de los precios internacionales del langostino, producto estrella de exportación.
  • Competencia creciente de la acuicultura, que reduce la demanda de productos de flota congeladora.
  • Baja en los volúmenes de captura debido a variaciones en las poblaciones de especies y condiciones climáticas adversas.
  • Prolongados conflictos laborales, que frenaron las operaciones y generaron pérdidas millonarias.

Según datos del Consejo Federal Pesquero, la actividad de la flota congeladora en 2024 cayó un 40% respecto del promedio histórico, con impactos significativos en Mar del Plata, principal puerto pesquero del país y motor económico de la región. La reactivación de los buques significaría recuperar cientos de empleos directos y miles de puestos indirectos vinculados a la cadena productiva.

REACCIONES DE LOS SINDICATOS Y LA EMPRESA

Oscar Bravo, representante de SOMU, destacó que el acuerdo “demuestra que con voluntad política y diálogo se pueden encontrar soluciones para todos los sectores”. Pablo Trueba, de SIMAPE, coincidió en que el convenio “sienta un precedente importante para futuras negociaciones colectivas”.

Desde Buenos Aires Pesca S.A., el director Daniel Guillermo Antonio afirmó que la empresa buscó desde el inicio “un marco de previsibilidad que permitiera volver al mar sin afectar la sustentabilidad económica ni los derechos de los trabajadores”.

UN PUERTO QUE VUELVE A LATIR

La reactivación de la flota congeladora no solo significa un alivio para los trabajadores marítimos y sus familias, sino también un impulso para el puerto de Mar del Plata, cuya actividad se había reducido notablemente en los últimos meses.

Expertos del sector prevén que, si el modelo se replica en otras empresas, podría normalizarse progresivamente la operatividad de la industria pesquera argentina, aunque advierten que persisten desafíos estructurales como la necesidad de diversificar mercados, modernizar la flota y reforzar acuerdos de estabilidad laboral a largo plazo.

CIERRE

Con la firma del acta prevista para las próximas horas, el conflicto que paralizó a la flota congeladora durante casi un año parece encontrar un punto de cierre. La reapertura de la actividad permitirá recomponer ingresos, preservar empleos y recuperar parte del dinamismo económico de Mar del Plata, epicentro de la pesca industrial argentina.

El acuerdo alcanzado deja abierta la puerta para nuevas mesas de diálogo sectoriales y se perfila como un ejemplo de negociación colectiva capaz de equilibrar intereses empresariales y derechos laborales en un contexto global desafiante para la pesca.