Negociaciones en un momento decisivo
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha señalado que las actuales conversaciones sobre la Franja de Gaza están enfocadas en alcanzar un acuerdo integral para la liberación simultánea de todos los rehenes que permanecen en poder de Hamás. Este enfoque supone un cambio sustancial respecto al plan que hasta ahora se impulsaba, basado en un cese de hostilidades de 60 días y una liberación parcial de los cautivos que siguen con vida.
En declaraciones televisadas a i24News, Netanyahu descartó la posibilidad de un alto al fuego parcial: “Creo que eso quedó atrás. Lo intentamos, hicimos todo tipo de intentos, pero resultó que nos estaban engañando”, afirmó. El dirigente añadió que la meta es obtener “la liberación de todos los rehenes, vivos y muertos”.
¿Quién es Benjamin Netanyahu?
Benjamin “Bibi” Netanyahu es uno de los líderes políticos más influyentes y longevos en la historia de Israel. Nacido en Tel Aviv en 1949 y criado parcialmente en Estados Unidos, Netanyahu se formó en arquitectura y administración de empresas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y cursó estudios en Harvard. Es veterano de la unidad de élite Sayeret Matkal de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), donde participó en operaciones especiales durante la década de 1970.
Su carrera política despegó en la década de 1980, cuando se desempeñó como embajador de Israel ante la ONU. Fue elegido primer ministro por primera vez en 1996, con 46 años, convirtiéndose en el más joven en ocupar el cargo. Ha ejercido el liderazgo en varias etapas (1996–1999, 2009–2021 y nuevamente desde finales de 2022), sumando más de 16 años en el poder, un récord en la historia israelí.
Netanyahu ha sido una figura divisiva: admirado por sectores que valoran su firmeza en materia de seguridad y criticado por quienes consideran que sus políticas han obstaculizado la paz con los palestinos. Su gestión actual enfrenta fuertes presiones internas, no solo por la prolongación del conflicto en Gaza, sino también por causas judiciales en curso por presunta corrupción.
El trasfondo del conflicto
El 7 de octubre de 2023, Hamás lanzó un ataque sorpresa contra Israel que dejó aproximadamente 1.200 muertos y 251 personas secuestradas, trasladadas a la Franja de Gaza como rehenes. Este episodio desató una guerra de gran intensidad, con una respuesta militar israelí que, según el Ministerio de Salud controlado por Hamás, ha causado hasta la fecha más de 61.700 muertes en Gaza, además de una grave crisis humanitaria.
La Franja de Gaza es un estrecho territorio costero de 365 km², situado entre Israel y Egipto, con acceso al mar Mediterráneo. Alberga a unos 2,3 millones de personas, en su mayoría descendientes de refugiados palestinos de la guerra árabe-israelí de 1948. Desde 2007, tras la toma del poder por Hamás, está sometida a un bloqueo israelí-egipcio que restringe el flujo de bienes y personas.

Presión interna sobre Netanyahu
Las familias de los rehenes han intensificado las manifestaciones y protestas en Israel, exigiendo que la liberación de sus seres queridos sea prioritaria. Para Netanyahu, la cuestión es políticamente delicada: ceder demasiado en las negociaciones podría interpretarse como una concesión a Hamás, pero prolongar el conflicto sin recuperar a los cautivos erosiona su respaldo interno.
Actualmente, se estima que Hamás mantiene en su poder a unas 50 personas, de las cuales se cree que unas 20 están vivas. Israel sostiene que solo aceptará el fin de la guerra cuando todos los rehenes sean devueltos y Hamás se rinda, lo que implica el desarme y el abandono del control territorial en Gaza.
El rol de los mediadores y las propuestas sobre la mesa
Egipto y Catar, con apoyo de Estados Unidos, han liderado los esfuerzos de mediación. Su propuesta original incluía un alto al fuego de dos meses, la liberación escalonada de rehenes y prisioneros palestinos, y la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria. Sin embargo, Israel ha endurecido sus condiciones, exigiendo la rendición total de Hamás, algo que el grupo islamista rechaza.
Hamás, por su parte, plantea un intercambio total: todos los rehenes israelíes por prisioneros palestinos, acompañado de la retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza y el fin del bloqueo. También exige garantías para la creación de un Estado palestino independiente antes de considerar el desarme.
Una crisis humanitaria en crecimiento
La guerra ha devastado la infraestructura de Gaza. Los intensos bombardeos han destruido viviendas, hospitales, escuelas y redes de suministro de agua y electricidad. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU advierte que los niveles de hambre y desnutrición son los más altos desde que comenzó el conflicto. Según datos del Ministerio de Salud de Gaza, al menos 235 personas, entre ellas 106 niños, han muerto por hambre o malnutrición.
La comunidad internacional ha denunciado que las restricciones impuestas por Israel al ingreso de ayuda humanitaria agravan la crisis. Israel sostiene que busca impedir que Hamás utilice los suministros para fines militares, pero organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional acusan que estas políticas equivalen a castigo colectivo.
Declaraciones polémicas y temores de desplazamiento
En medio de las negociaciones, Netanyahu provocó controversia al sugerir que los palestinos podrían “emigrar voluntariamente” de Gaza, insistiendo en que no se trata de una expulsión forzada. Sin embargo, líderes palestinos y grupos de derechos humanos advierten que cualquier desplazamiento masivo violaría el derecho internacional y podría replicar la “Nakba” de 1948, cuando más de 700.000 palestinos huyeron o fueron expulsados en el marco de la guerra de independencia de Israel.
Impacto y reacciones internacionales
La ONU, la Unión Europea y varios gobiernos de América Latina, entre ellos Argentina, han instado a un alto al fuego inmediato y a garantizar el acceso irrestricto de la ayuda humanitaria. El conflicto ha polarizado a la opinión pública mundial, con manifestaciones masivas tanto en defensa de la causa palestina como del derecho de Israel a defenderse.
Perspectivas a corto plazo
Los próximos días serán cruciales. Si las negociaciones fracasan, Israel podría ampliar su ofensiva hacia zonas de Gaza donde se concentran desplazados, una maniobra que sus críticos consideran de alto riesgo humanitario y político. Por el contrario, un acuerdo integral podría abrir la puerta a una fase de reconstrucción y a un eventual diálogo más amplio sobre la solución de dos Estados, aunque este escenario se percibe lejano.
Posibles escenarios
- Acuerdo integral: Liberación simultánea de todos los rehenes y prisioneros, cese definitivo de hostilidades y mecanismos internacionales de supervisión en Gaza.
- Escalada militar: Expansión de la ofensiva israelí con altos costos humanos y presión internacional creciente.
- Estancamiento: Prolongación del conflicto en un estado de baja intensidad, con crisis humanitaria crónica.
Conclusión
El futuro inmediato de Gaza y de la estabilidad regional depende de la capacidad de las partes para alcanzar un compromiso. Netanyahu enfrenta la disyuntiva de equilibrar la presión interna, las demandas internacionales y la compleja realidad militar. Para la población civil, tanto israelí como palestina, el desenlace de estas negociaciones será determinante para su seguridad y supervivencia.