El crimen, ocurrido frente a su vivienda en el barrio Parque Palermo, dejó múltiples interrogantes. Aunque la investigación judicial continúa sin imputados, las hijas de la víctima apuntan al exnovio de su actual pareja, quien habría amenazado previamente a la familia y abandonó la ciudad tras el hecho.
Una ejecución a quemarropa que dejó más preguntas que respuestas
Marcos Cousiño, de 49 años, fue asesinado de cuatro disparos el martes por la noche al salir a la puerta de su casa, en la intersección de Sicilia y Udine, en el barrio Parque Palermo de Mar del Plata. El crimen conmocionó a la comunidad local y encendió una serie de reclamos por parte de sus hijas, quienes aseguran que el homicidio fue premeditado y que el responsable sería el exnovio de la actual pareja de su padre, con quien mantenía conflictos previos.
La mecánica del hecho es clara, según indicaron fuentes judiciales: cerca de las 22:30, alguien golpeó las manos en la puerta del domicilio y, cuando Cousiño salió, fue atacado a corta distancia con al menos cuatro disparos de arma de fuego. Los proyectiles le provocaron heridas letales y, pese a los intentos de asistencia médica, falleció en el lugar.
No hubo testigos directos que pudieran identificar al autor ni cámaras de seguridad aportadas hasta el momento que permitan reconstruir con precisión lo ocurrido. Las autoridades continúan analizando material audiovisual del área y realizando pericias balísticas y telefónicas para intentar dar con el responsable.

La voz de la familia: dolor, sospechas y un pedido urgente de justicia
Estefanía y Ayelén, hijas del hombre asesinado, encabezaron el jueves un pedido público de justicia. Visiblemente consternadas, declararon a medios locales que “a papá lo mataron por defender a su pareja”, y rechazaron cualquier insinuación de que el hecho estuviera relacionado con un ajuste de cuentas.
“Mi papá no tenía antecedentes, no se metía con nadie. Lo mataron como a un perro”, aseguró Estefanía ante las cámaras de Canal 8. Las jóvenes apuntan directamente al exnovio de la pareja de su padre, un hombre que, según ellas, mantenía una actitud violenta, la había agredido en el pasado y la acosaba desde hacía tiempo.
Según relataron, ese hombre incluso había amenazado a Cousiño en varias oportunidades, y consideran que el crimen fue motivado por celos o resentimiento personal. “Él quedó dolido porque mi papá la apoyó y la cuidó”, afirmaron.
La pareja de la víctima, fuera de la ciudad y bajo sospecha familiar
Uno de los elementos que genera controversia es el comportamiento posterior de la pareja de Marcos Cousiño. De acuerdo a lo que relataron las hijas del fallecido, tras prestar un breve testimonio ante las autoridades, la mujer abandonó Mar del Plata y se trasladó a Buenos Aires junto a su hija. En su declaración inicial, dijo no haber reconocido al atacante, aunque describió a la persona como “baja y canosa”.
Este testimonio no coincide con la convicción que sostienen Estefanía y Ayelén, quienes aseguran que el exnovio de la mujer tenía esas características físicas y, además, tenía un historial de violencia de género. “Le pegaba, la perseguía, le quitaba el celular y vendía droga. No creemos que haya sido otra persona”, remarcaron.
Las jóvenes intentaron contactarse con ella a través de redes sociales, pero recibieron solo una respuesta en la que confirmaba que se encontraba en Buenos Aires “por miedo”. Sin embargo, consideran que su ausencia compromete el avance de la causa y le exigen que regrese para colaborar con la investigación.
Una investigación sin detenidos y muchas dudas
Hasta el momento, no hay imputados ni detenidos por el homicidio de Marcos Cousiño. La Fiscalía a cargo del caso no descarta ninguna hipótesis, aunque ha descartado el robo como móvil, ya que los atacantes no ingresaron al domicilio ni sustrajeron objetos personales.
Una línea investigativa se centra en conflictos personales vinculados a la pareja actual de la víctima. Dicha mujer habría radicado al menos una denuncia por violencia de género contra su expareja días antes del crimen, lo que podría constituir un antecedente relevante.
Mientras tanto, se analiza si el homicida actuó en soledad o con cómplices. Se sospecha que el agresor pudo haber escapado en moto, lo que explicaría la rapidez con la que se retiró del lugar sin dejar rastros.
Las cámaras de seguridad de viviendas y comercios cercanos están siendo relevadas por la Policía Científica, aunque hasta el momento no se ha difundido ninguna imagen que permita identificar a los atacantes.
Un barrio conmocionado y vecinos que callan por temor
El crimen tuvo lugar en una zona residencial y de escasa iluminación, lo que pudo haber favorecido el accionar del atacante. Pese a que algunas viviendas cuentan con cámaras particulares, muchos vecinos se muestran reticentes a colaborar por temor a represalias. Las hijas de la víctima apelaron a la solidaridad de la comunidad para esclarecer el hecho.
“Sabemos que alguien vio algo o tiene una cámara que grabó. Les pedimos que se animen. Entendemos el miedo, pero no podemos dejar que esto quede impune”, manifestaron.
Este llamado público también fue replicado en redes sociales, donde familiares y allegados de Cousiño comparten imágenes del hombre y piden colaboración para aportar cualquier dato que pueda ser útil a la causa.
Cierre
El asesinato de Marcos Cousiño sacudió a una comunidad y dejó una familia rota. En medio del dolor, sus hijas reclaman justicia y apuntan a un presunto femicida que, según ellas, encontró una nueva víctima indirecta en su padre. Las autoridades avanzan en la investigación, pero la falta de pruebas concretas y la ausencia de testigos dificultan el proceso.
El caso expone nuevamente el entramado de la violencia de género y su alcance devastador, que a veces se extiende más allá de las parejas involucradas. Mientras la justicia trabaja contrarreloj, el barrio espera respuestas, y las hijas de Cousiño no descansan: solo quieren saber quién mató a su padre, y por qué.