Una pareja fue víctima de una violenta entradera en su casa del barrio Loma de Stella Maris, en Mar del Plata. Seis delincuentes los mantuvieron cautivos durante más de dos horas, amenazándolos de muerte en busca de 15 mil dólares que no poseían. Este tipo de delitos ha aumentado en diversas zonas de la ciudad, generando un clima de inseguridad que preocupa a los residentes.
El hecho ocurrió el miércoles, minutos antes de la una de la madrugada, en la intersección de Castelli y Rivas. Las cámaras de seguridad de la zona registraron el ataque, que comenzó cuando los asaltantes llegaron en una camioneta Amarok blanca. Este vehículo ha sido identificado en otros incidentes delictivos en la región, lo que sugiere que los delincuentes podrían estar operando en una red más amplia.
Detalles del asalto
Los delincuentes estacionaron frente a la vivienda y, tras cortar una reja y romper un vidrio, irrumpieron en el hogar mientras la pareja dormía. Cinco de los asaltantes ingresaron a la casa, mientras que un sexto permaneció afuera como campana. Este modus operandi es común en entraderas, donde los delincuentes buscan maximizar su tiempo dentro de la propiedad y minimizar el riesgo de ser sorprendidos por la policía o vecinos.
El dueño de la casa, al darse cuenta de la situación, gritó: “¡Hijo de puta! ¡Policía!” en un intento de alertar a las autoridades. Sin embargo, los ladrones continuaron con su ataque, ignorando el grito de auxilio y manteniendo el control de la situación a través de la violencia y la intimidación. Este tipo de respuesta por parte de las víctimas es un reflejo del pánico que se genera en situaciones de este tipo, donde la vida de las personas está en juego.
La elección del momento del ataque, en plena madrugada, sugiere un conocimiento previo de la rutina de la pareja, lo que ha llevado a los investigadores a considerar que los delincuentes podrían haber estado observando a sus víctimas antes de llevar a cabo el asalto. Este tipo de vigilancia previa es una estrategia común entre los delincuentes, quienes buscan identificar patrones de comportamiento para elegir el momento más propicio para actuar.
La experiencia de las víctimas
Las víctimas, Natalia y su esposo, fueron golpeadas, maniatadas y sometidas a constantes amenazas. Según el testimonio de Natalia, los asaltantes afirmaron que buscaban 15 mil dólares y que tenían información precisa sobre la supuesta existencia de ese dinero en su hogar. “Nos torturaron y nos pegaron. Fue terrible. Dijeron que estaban arreglados con la Policía. Me asfixiaron y me amenazaron: ‘Te corto un dedo, hija de puta. Si no me das la plata, te llevamos de rehén’”, relató Natalia, visiblemente afectada por la experiencia. Este tipo de violencia psicológica y física es común en este tipo de delitos, donde los delincuentes buscan desestabilizar emocionalmente a las víctimas para obtener lo que desean.
La pareja, que ha vivido en el barrio durante varios años, expresó su temor de regresar a su hogar. La sensación de inseguridad y vulnerabilidad se ha apoderado de ellos, lo que ha llevado a cuestionar la seguridad en su vecindario y la eficacia de las medidas de protección implementadas por las autoridades locales. Este sentimiento de inseguridad no solo afecta a las víctimas directas, sino que se extiende a toda la comunidad, generando un ambiente de desconfianza y miedo.
El botín y el daño causado
Los delincuentes lograron llevarse un tercio de la cantidad de dinero que buscaban, así como perfumes, relojes y otros objetos de valor. “Rompieron todo, dejaron un desorden total. No quiero volver a mi casa”, expresó la mujer tras el asalto. La pérdida material es significativa, pero el daño emocional y psicológico que han sufrido es aún más profundo. La violencia de este tipo de delitos no solo se mide en términos de bienes robados, sino también en el impacto duradero que tiene en la salud mental de las víctimas.
El impacto de este tipo de delitos no solo afecta a las víctimas directas, sino que también genera un clima de miedo en la comunidad. Los vecinos han comenzado a expresar su preocupación por la creciente inseguridad en la zona, lo que ha llevado a algunos a considerar medidas de seguridad adicionales, como la instalación de cámaras de vigilancia y sistemas de alarma. La comunidad se encuentra en un estado de alerta constante, y muchos residentes están buscando formas de protegerse ante la posibilidad de ser los próximos objetivos de un asalto.
Investigación en curso
El fiscal Mariano Moyano se hizo cargo del caso. Fuentes de la investigación indicaron que la camioneta Amarok blanca utilizada en el asalto podría haber estado involucrada en otros delitos recientes en la ciudad. Las imágenes de las cámaras de seguridad han sido incorporadas a la causa y son consideradas claves para la identificación de los autores. La colaboración entre diferentes fuerzas de seguridad es esencial para resolver este tipo de casos, y se espera que la información recopilada ayude a desarticular la posible red delictiva detrás del asalto.
Las autoridades están trabajando en la recopilación de testimonios de vecinos y posibles testigos que puedan haber visto algo sospechoso en la zona antes o después del asalto. Además, se están revisando otros incidentes en el área para determinar si existe un patrón que pueda ayudar a identificar a los delincuentes. La policía ha instado a la comunidad a mantenerse alerta y a reportar cualquier actividad inusual, ya que la prevención es clave para evitar que estos delitos se repitan.
Cierre
Las autoridades continúan con la investigación para dar con los responsables de este violento asalto. Se espera que las imágenes de las cámaras de seguridad ayuden a esclarecer el caso y a prevenir futuros delitos en la zona. La situación ha generado un llamado a la acción por parte de los residentes, quienes exigen más medidas de seguridad y una mayor presencia policial en el área. Este tipo de incidentes pone de relieve la creciente preocupación por la seguridad en Mar del Plata y la necesidad de abordar la delincuencia de manera efectiva.
La comunidad espera que las autoridades tomen medidas concretas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos y restaurar la confianza en la protección que deben brindar. La colaboración entre la policía y los vecinos es fundamental para construir un entorno más seguro, y es crucial que se implementen estrategias que no solo respondan a los delitos, sino que también prevengan su ocurrencia. La seguridad es un derecho fundamental, y la comunidad de Mar del Plata está decidida a luchar por ella.