El presidente ucraniano advierte que renunciar a la región abriría la puerta a futuras invasiones, mientras Moscú intensifica sus ataques y Washington prepara un inusual encuentro en Alaska.
En un momento clave de la guerra en Ucrania, el presidente Volodímir Zelensky ha reiterado que su país no aceptará ninguna propuesta rusa para ceder el control del Donbás a cambio de un alto el fuego. La declaración llega en vísperas de una reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, programada para este viernes en Anchorage, Alaska.
El mandatario ucraniano advirtió que cualquier concesión territorial sería aprovechada por Moscú como plataforma para futuras ofensivas. “Si nos retiramos del Donbás hoy —nuestras fortificaciones, nuestro terreno, las alturas que controlamos—, abriríamos claramente una cabeza de puente para que los rusos preparen una ofensiva”, subrayó Zelensky durante una rueda de prensa.
Un frente que se intensifica
Las declaraciones se producen mientras el ejército ruso ha logrado un avance significativo en las inmediaciones de Dobropillia, en el este de Ucrania, donde sus tropas han ganado alrededor de 10 kilómetros en cuestión de horas. Según el presidente ucraniano, los ataques se han producido “en varios puntos” y las fuerzas de Kyiv trabajan para neutralizar las unidades implicadas.
En su discurso nocturno, Zelensky alertó que Moscú prepara ofensivas adicionales en tres zonas críticas: Zaporizhzhia, Pokrovsk y Novopavlovka. La escalada militar ocurre en un contexto en el que Rusia ya controla casi la totalidad de la región de Lugansk y cerca del 70% de Donetsk, provincias que conforman el Donbás y que han estado parcialmente ocupadas desde 2014.
El delicado tablero diplomático
La reunión entre Trump y Putin ha despertado preocupación en Kyiv y entre sus aliados europeos. El expresidente estadounidense ha señalado que cualquier acuerdo de paz podría implicar “intercambios de territorios”, lo que ha generado temores de que se permita a Moscú redefinir las fronteras de Ucrania por la fuerza. La Unión Europea, por su parte, ha reiterado que “las fronteras no deben ser modificadas mediante el uso de la fuerza”.
Desde Washington, la Casa Blanca ha calificado el encuentro de Alaska como un “ejercicio de escucha” para Trump, minimizando expectativas sobre resultados concretos. Funcionarios estadounidenses han indicado que la reunión ofrecerá al presidente una “mejor perspectiva” sobre cómo poner fin al conflicto, aunque sin comprometer cambios inmediatos en la postura oficial.
Una cumbre sin Kyiv
Ucrania no participará directamente en el encuentro, lo que ha incrementado la frustración de Zelensky. “No sé de qué hablarán sin nosotros”, lamentó el mandatario, insinuando que la elección de Alaska como sede constituye una “victoria personal” para Putin, al recibirlo en territorio estadounidense tras años de aislamiento diplomático.
El presidente ucraniano, no obstante, participará el miércoles en una reunión virtual junto a Trump, líderes de la Unión Europea, el primer ministro británico Sir Keir Starmer y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, con el objetivo de coordinar un mensaje común que evite concesiones unilaterales a Moscú.
Antecedentes históricos
El conflicto en el Donbás comenzó en 2014, tras la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia y el surgimiento de movimientos separatistas prorrusos en el este de Ucrania. Desde entonces, la región se ha convertido en el epicentro de una guerra prolongada que ha causado decenas de miles de muertos y desplazado a millones de personas. Los Acuerdos de Minsk, firmados en 2015, buscaban una solución política, pero han quedado prácticamente obsoletos ante la intensificación del conflicto desde 2022.
Consecuencias y perspectivas
Analistas internacionales advierten que ceder territorio bajo presión militar sentaría un precedente peligroso no solo para Ucrania, sino para el orden internacional, al legitimar cambios fronterizos mediante la fuerza. Asimismo, una retirada ucraniana del Donbás podría dejar expuestas otras regiones estratégicas como Dnipró, Járkiv y Odesa.
Por otro lado, el papel de Estados Unidos en estas negociaciones será observado de cerca, ya que cualquier gesto de flexibilidad hacia Moscú podría fracturar la unidad occidental frente a la invasión rusa. En Europa, varios líderes han insistido en que la única vía hacia la paz pasa por la retirada completa de las fuerzas rusas y el respeto a la integridad territorial de Ucrania.
Cierre
El futuro del Donbás y de Ucrania se juega tanto en el campo de batalla como en la mesa de negociaciones. Mientras la ofensiva rusa avanza y los líderes mundiales buscan fórmulas para detener la guerra, Kyiv mantiene firme su posición: ningún centímetro de su territorio será entregado a cambio de promesas que, según teme Zelensky, podrían romperse tan pronto como se firmen.